Jesús, Amigo... ¡Toma mi vida... y haz que renazca... una nueva flor!. Tú, que eres... el más amoroso... y Cuidadoso Jardinero. D.L
jueves, 25 de diciembre de 2014
viernes, 12 de diciembre de 2014
María de Nazareth Visita a Isabel
Cuando Isabel oyó el saludo de María,
la criatura se le estremeció en el vientre,
y ella quedó llena del Espíritu Santo.
Entonces, con voz muy fuerte, dijo:
¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres,
y ya ha bendecido a tu Hijo!
¿Quién soy yo, para que venga
a visitarme la madre de mi Señor?
Pues tan pronto como oí tu saludo,
mi Hijo se estremeció de alegría en mi vientre.
Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse
las cosas que el Señor te ha dicho!
María dijo:
Mi alma alaba la grandeza del Señor,
mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador.
Porque Dios ha puesto sus ojos en mí,
su humilde esclava,
y desde ahora siempre me llamarán dichosa;
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre!
Dios tiene siempre misericordia
de quienes lo reverencian.
Actuó con todo su poder:
deshizo los planes de los orgullosos,
derribó a los reyes de sus tronos
y puso en alto a los humildes.
Llenó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Ayudó al pueblo de Israel, su siervo,
y no se olvidó de tratarlo con misericordia.
Así lo había prometido a nuestros antepasados,
Abraham y a sus futuros descendientes.
María se quedó con Isabel unos tres meses,
después regresó a casa.
San Lucas 1, 39-56
lunes, 8 de diciembre de 2014
Anunciación del Ángel Gabriel a María de Nazareth
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios
a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un
hombre llamado José,
de la estirpe de David; la
virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su
presencia, dijo:
"Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo."
Ella se turbó ante estas
palabras
y se preguntaba qué saludo era
aquél.
El ángel le dijo: "No
temas, María,
porque has encontrado gracia
ante Dios.
Concebirás en tu vientre y
darás a luz un hijo,
y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo
del Altísimo
el Señor Dios le dará el trono
de David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob
para siempre,
y su reino no tendrá fin."
Y María dijo al ángel:
"¿Cómo será eso, pues no
conozco varón?"
El ángel le contestó: "
El Espíritu Santo vendrá sobre ti,
y la fuerza del Altísimo te
cubrirá con su sombra;
por eso el santo que va a
nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente
Isabel, que, a pesar de su vejez,
a concebido un hijo, y ya está
de seis meses
la que llamaban estéril, por
que para Dios nada hay imposible."
María contestó:
"Aquí está la esclava
del Señor;
hágase en mi según tu
palabra."
Y la dejó el ángel.
San Lucas (1, 26-38)
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